mayo 02, 2025

La montaña rusa de la psoriasis: lo que he aprendido de los brotes y las remisiones

The Psoriasis Rollercoaster: What I’ve Learned from Flare-Ups and Remissions

La psoriasis no sigue tu propio ritmo. Justo cuando crees que todo está bajo control, aparece un brote repentino. O, justo cuando has perdido toda esperanza, tu piel se aclara de repente. Este ciclo impredecible puede dejarte exhausto, confundido y constantemente nervioso.

He vivido ambos extremos: momentos en los que mi piel estaba tan limpia que casi olvidé que tenía psoriasis, y otros en los que una simple mirada a mis manos me hacía querer esconderme del mundo. Esta montaña rusa no es solo física, sino también emocional.

Cuerpo: Una de las lecciones más difíciles que he aprendido en este camino es que el progreso con la psoriasis no es lineal. No se pasa de un brote a una remisión y se permanece así. Es un ciclo, y comprender ese ciclo cambió mi forma de abordar todo, desde el cuidado de la piel hasta el manejo del estrés.

Muchas personas con las que he hablado (clientes, amigos y otras personas que viven con psoriasis) me han comentado que el bajón emocional tras un brote puede ser peor que los propios síntomas. Empiezas a cuestionarlo todo: ¿Comí mal? ¿Olvidé algún paso de mi rutina? ¿Me exigí demasiado?

Esto es lo que he aprendido:

Los brotes no son un fracaso. Son parte de la afección. No borran el progreso que has logrado; solo significan que tu cuerpo está reaccionando a algo nuevo.

La remisión es una oportunidad para recargar energías, no para relajarse por completo. Es tentador abandonar las rutinas cuando la piel está limpia, pero es entonces cuando la constancia es fundamental.

Los factores desencadenantes cambian con el tiempo. El estrés, el clima, la alimentación e incluso el sueño pueden cambiar con la edad, el entorno y el estilo de vida. Cuanto más escuches a tu cuerpo, mejor responderás.

Culparse no ayuda a nadie. La psoriasis no es tu culpa. Y cuando te tratas con amabilidad, tu cuerpo suele responder con más calma.

El seguimiento es importante. Ya sea con un diario, una aplicación o simples notas, registrar lo que comes, sientes y haces puede ayudarte a detectar patrones y a prepararte para altibajos.

Como CEO de Nopsor, hablo cada semana con personas que sienten que lo están haciendo todo bien, pero que aún se sienten estancadas. Les recuerdo lo mismo que me recuerdo a mí misma: esto es un camino a largo plazo. La recuperación no se mide en una piel perfecta, sino en estar presente, con o sin brotes.

Conclusión: Si estás en una montaña rusa ahora mismo, aguanta. No siempre será tan difícil. Y si estás en un buen momento, no lo des por sentado. Sigue haciendo lo que funciona y sigue aprendiendo.

La psoriasis puede no ser predecible, pero su resiliencia sí puede serlo.

Ernesto Aguilar
Director ejecutivo de Nopsor